miércoles, 11 de marzo de 2009

TREINTA Y TRES AÑOS... DE NADA

De repente uno se levanta por la mañana el día de su cumpleaños y tiene 33 años, y la gente te dice cosas como: - Treinta y tres años,... la edad de Cristo - o - uff!, treinta y tres años ya... como pasa el tiempo...- y vamos, la verdad es que estas cosas no ayudan.


Aunque sin lugar a dudas la mejor ha sido mi tía: - Jose cariño, felicidades!, oye no hace muy poco que yo te felicité por tu cumpleaños? -...- pues tía, asi a ojo debe hacer exactamente un año...- que grande es toda ella.

Creo que con treinta y tres años, uno debe ser ya adulto. Os dejo una foto titulada "síntomas de madurez"

























Por cierto por lo visto he salido en las noticias de la SEXTA, haciendo que me como un bocadillo en la playa (todo supernatural...) a ver si hay algún productor, que me quita de pobre. Mi carrera dramática no ha hecho más que empezar.

María me ha rescatado las pruebas... ahí queda eso...










jueves, 5 de marzo de 2009

5 de Marzo de 1909

Ayer mientras estaba sentado recibiendo corrientes eléctricas de mi fisioterapeuta me acordé de una cosa super importante: mi abuelo cumplía 100 años.

De repente sobre la espalda de la bata blanca del fisioterapeuta que habla con monosílabos comenzaron a proyectar un película en super8.

El protagonista era un señor bajito de cara arrugada, ojos pequeños y mofletes colorados. Estaba sentado al sol en la puerta de su casa, en esa silla de madera pintada de color blanco que había comprado después de la guerra por una peseta. Tenía una boina negra en la cabeza y agarraba su bastón. Llevaba unos pantalones de paño azul, un jersey azul y una camisa blanca. Sonreía. Yo estaba también allí, tenía 7 años y estaba sentado en el columpio de madera que colgaba del techo. En la televisión había un programa en blanco y negro. Era sábado por la mañana. Sonaban las campanas de la iglesia. Olía a madera seca. Estabamos en silencio.

De repente el fisoterapeuta que habla con monosílabo dijo: - ya! -... y dejaron de proyectar.

El pasado 25 de Septiembre cuando esperaba en el aeropuerto para embarcar de urgencia pensaba lo poco que habíamos hablado y lo poco que nos conocíamos, pero también pensaba lo mucho que te hubiese gustado llegar a cumplir 100 años y lo poco que te había faltado...quién sabe si hubieses podido ser tú el protagonista del último anuncio de coca cola.

No creo que donde estés ahora haya internet, o si tan siquiera te interesaría leer lo que escribe tu nieto sobre tí... Sí, ese que tiene gafas negras y está un poco loco... ese que siempre ha sido un poco raro...

Por si acaso, y como uno no cumple 100 años todos los días... Felicidades abuelo!